Guatemala: il massacro continua

Giungono drammatiche testimonianze dalla terra di Santa Cruz del Quiché. Sono in aumento le aggressioni nei confronti dei difensori dei diritti umani che si oppongono alla realizzazione di megaprogetti idroelettrici altamente inquinanti nella regione indigena maya-ixil, nel nord del Guatemala.
Alle aggressioni si aggiungono i continui conflitti che si consumano all’interno dei nuclei familiari contro le donne e i minori, in diversi municipi che rientrano nella regione ixil, dipartimento del Quiché, abitato da indigeni del gruppo etnico maya-ixil.
La zona era stata scena di massacri indigeni negli anni ’80, nell’ambito della guerra civile durata dal 1960 al 1996, dove l’esercito, in difesa delle multinazionali, fecero più di 200.000 morti.
“Le tensioni per la rimilitarizzazione della zona aumentano per il rifiuto espresso dalla popolazione verso la costruzione di impianti idroelettrici realizzati senza il parere delle popolazioni locali”, si legge in un rapporto realizzato dalla “Red de Mujeres Ixiles”.
“Ci sono anche forti pressioni da parte di gruppi paramilitari, carenze nel sistema sanitario, acqua potabile e canali di scolo, tra gli altri servizi basilari della regione, oltre che forme di razzismo, tratta di esseri umani, di migranti e di donne”.
La Red de Mujeres e il Centro Para la Acciòn Legal en Derechos Humanos, hanno esortato le autorità ad avviare un’inchiesta sulle violazioni dei diritti umani, per migliorare le condizioni di vita e avere più pace nella regione, e hanno annunciato che nel 2018 presenteranno uno studio con dati statistici reali.
Andrea Cantaluppi
Guatemala: la matanza continúa
Llegan dramáticos testimonios de la tierra de Santa Cruz del Quiché. Estoy en aumento las agresiones contra los defensores de los derechos humanos que se oponen a la realización de megaproyectos hidroeléctricos altamente contaminantes en la región indígena Maya-Ixil, en el Norte de Guatemala.
A las agresiones se suman los continuos conflictos que se consumen dentro de los núcleos familiares contra las mujeres y los niños, en varios ayuntamientos de la Región Ixil, departamento del Quiché, habitado de indígenas del grupo étnico maya-ixil.
La zona fue escena de matanzas indígenas en los años ’80, en el contexto de la guerra civil de 1960 a 1996, dónde el ejército, en defensa de las multinacionales, causó más de 200.000 muertos.
“Las tensiones por la remilitarización de la zona aumentan por el rechazo expresado por la población hacia la construcción de instalaciones hidroeléctricas realizada sin el parecer de las poblaciones locales”, se lee en una relación realizada por el “Red de Mujeres Ixiles.”
También hay fuertes presiones de parte de grupos paramilitares, escasez en el sistema de salud, agua potable y canales de drenaje, entre los otros servicios básicos de la región, así como formas de racismo, trata de seres humanos, de migrantes y de mujeres.”
El Red de Mujeres y el Centro Para la Acciòn Legal en Derechos Humanos, han exhortado las autoridades a encaminar una investigación sobre las violaciones de los derechos humanos, para mejorar las condiciones de vida y tener más paz en la región, y han anunciado que en 2018 presentarán un estudio con datos estadísticos reales.
Andrea Cantaluppi
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